“Yo confío en los productos cosméticos"
Dra. Natalia Ribé |
Entrevistamos a la Dra. Natalia Ribé para saber más sobre los tratamientos que se realizan en su centro, así como sobre su opinión del papel que juegan los cosmecéuticos como parte indispensable en los tratamientos médico-estéticos.
Kanzah Beauté.- ¿Cuáles son los tratamientos que más se realizan en su centro?
Dra. Ribé.- Pregunta importante y difícil a la vez. El Institut Dra. Natalia Ribé es un centro especializado en todos los tratamientos de medicina estética. Fundamentalmente tratamos todo lo que es la parte de la cara, que es en la que más me centro. Cuando hablamos de cara hablamos también de cuello, escote y tratamiento en las manos. También realizamos tratamientos corporales, disponemos de la unidad de nutrición y obesidad, la unidad vascular, y también tenemos otros tratamientos que adaptamos a nuestros pacientes que necesitan cirugía plástica, plataforma láser, etc. Los tratamientos más demandados corresponden a pacientes que vienen a la consulta porque quieren verse mejor. Hay pacientes que tienen una idea muy clara, muy concreta de lo que quieren tratar, y otros que dicen ‘vengo a ver qué necesita mi piel, cómo está mi cara, qué tratamientos necesito’. Para mi es importante individualizar los tratamientos. Es decir, el proceso de envejecimiento es inevitable, pero sí es cierto que podemos ralentizarlo. No todo el mundo lo sufre de la misma manera, por tanto de ahí la importancia de hacer un buen diagnóstico y adaptar el tratamiento a la piel, a la persona, a la zona, al sexo.Primero hay que hacer tratamientos diagnósticos de la piel, saber en qué estado se encuentra y, a partir de ahí, decidir si esta paciente necesita un tratamiento de peeling, es decir, una terapia para regenerar, exfoliar la piel en capas más externas. Si la piel está reseca, deshidratada, porque con el paso de los años perdemos ácido hialurónico, colágeno, necesitaremos tratamientos de revitalización. Si esta piel tiene pérdida de estructura, de colágeno, presenta signos de flacidez, indicaremos tratamientos inductores del colágeno para tratar la flacidez, ya sea a nivel superior, medio o inferior de la cara. Si es una paciente presenta pérdida puntual ya sea de pómulo, en la zona del surco nasogeniano, o quiere redefinir su labio porque le aparecen las arruguitas del contorno, realizaremos tratamientos de relleno. Cuando se visualizan arrugas de expresión, en la frente, entrecejo, pata de gallo, zonas en las que la piel va sufriendo más, evidentemente son zonas que van a requerir tratamientos para relajar estas arrugas. En definitiva, lo que intentamos es individualizar los tratamientos previo diagnóstico del estado de la piel y, a partir de ahí, diseñar un protocolo adaptado a cada caso y paciente.
KB.- Aunque últimamente esta tendencia está cambiando, no es muy habitual que los médicos prescriban cosmecéuticos para complementar sus tratamientos, ya que normalmente o prescriben medicamentos para tratar la piel o bien creen que ni antes ni después de sus intervenciones hay que hacer nada. En cambio usted ha afirmado en varias ocasiones que los cosméticos tienen su función. ¿Podría explicarnos su visión sobre la importancia de los cosméticos?
Dra. Ribé.- Siempre digo lo mismo: los tratamientos - ya sean médicos, cosméticos, las cremas - tienen su función y también tienen su limitación. Mis pacientes me preguntan ‘¿me pongo la crema o no?’. Por supuesto que hay que ponerse una crema, adaptada a la zona a tratar. Esto es muy importante porque estas cremas van a ejercer una función, pero también tienen una limitación. Sí es importante aplicar la crema, pero la crema apropiada después del tratamiento que hayamos realizado, porque será una crema adecuada para la zona que hemos tratado y nos va a permitir alargar el resultado durante el tiempo que nosotros no veamos a este paciente porque hemos terminado el protocolo y para que su piel mantenga un buen estado, esté bien hidratada y esté cuidada también, aunque sea tópica o externamente.
“Para mi es importante individualizar los tratamientos. Es decir, el proceso de envejecimiento es inevitable, pero sí es cierto que podemos ralentizarlo.”
Por tanto, sí es cierto que yo confío en los productos cosméticos, y también entiendo sus limitaciones. Cuando en las noticias leo ‘una crema rellenadora de colágeno’ o una ‘crema con efecto lifting’, sinceramente creo que nos están engañando. Para conseguir un efecto lifting o para rellenar debemos utilizar un producto inyectable, para que nos dé un volumen específico. Para tratar la flacidez debemos utilizar tratamientos inductores de colágeno. Pero una vez hemos redensificado la dermis, hemos puesto la piel en el estado más óptimo, sí que para alargar los resultados la crema o el sérum va a hacer su función. Por tanto, no todas las cremas funcionan por igual, pero sí que es cierto que la industria también está ampliando el abanico de productos que podemos tener en el mercado.
KB.- ¿Considera que se dispone actualmente de buenos cosméticos para tratar la piel?
Dra. Ribé.- La industria se está esforzando en que salgan nuevos productos con compuestos interesantes. Hablamos de productos que contengan vitamina C, que sean antioxidantes, que frenen los radicales libres, productos a base de ácido hialurónico, colágeno, ginkgo biloba, proteoglicanos, células madre… Los laboratorios cosméticos están lanzando productos de nueva tecnología para que sean interesantes y el especialista pueda recomendarlos. Cuando oigo que dicen que una crema hace milagros, pues no, no es cierto. Pero cuando dicen ‘no hace nada’, tampoco. Una crema hace su función pero tiene una limitación. Por tanto, ante la duda, mejor aplicarla que no aplicarla.
“Sí es cierto que yo confío en los productos cosméticos, y también entiendo sus limitaciones.”
También es cierto que lo que pueda conseguir una aguja no lo vamos a alcanzar con una crema. La aguja traspasa la epidermis y deposita el sustento, el alimento, en la dermis profunda. La crema queda a nivel de epidermis, de las capas más superficiales. Pero hoy por hoy tenemos cremas muy interesantes en el mercado, no sólo a nivel facial sino también corporal, y cremas que se individualizan por zonas, porque la piel de los ojos o el escote es diferente de la del resto del cuerpo, de ahí la importancia de adaptar las cremas o los sérums a la zona que estemos tratando. No es lo mismo una piel joven que una piel envejecida, acneica, flácida, reseca, madura, de ahí que es necesario que los laboratorios se esfuercen para crear nuevos productos que nos ayuden al profesional a mantener o alargar los resultados que nosotros hemos conseguido con los tratamientos.
KB.- ¿Sucede que a veces la persona viene con una idea predeterminada de lo que quiere y hay que convencerla de que no es lo mejor para ella?
Dra. Ribé.- Así es. La primera visita diagnóstica es muy importante primero para conocernos, tanto el profesional como el que puede ser tu futuro paciente. Y segundo, la primera pregunta que planteo es qué zona le preocupa, a qué zona dirige primero su mirada cuando se mira al espejo. Porque una cuestión es la visión del profesional y otra, la que uno mismo pueda tener. A partir de ahí, me voy a centrar en indicar lo mejor para tratar esta zona que ve el paciente, pero si advierto otra zona que es perceptible de mejorar evidentemente se lo voy a decir, porque si no ahora pero sí más adelante ve este problema, que sepa que tiene solución. Es muy importante escuchar qué solicita el paciente y, a partir de ahí, siempre les digo: si me permite, voy a hacer un estudio, una valoración de cómo mejorar. Igual que técnicamente animo cuando considero que un tratamiento está indicado para un paciente, si el paciente me pide que quiere más pómulo y tiene un pómulo estupendo y no le hace falta más, pues para mi es ‘NO’ y es innegociable. Me puedo esforzar en hacer que mi paciente entienda técnicamente la mejoría que puede conseguir con un tratamiento que le proponga, pero si él me sugiere algo que considero que no es necesario, es no. Mi lema es ‘menos es más’, indicar los trata- mientos necesarios para el paciente y, sobre todo, que el paciente se reconozca. Esto es muy importante, porque cuando te dicen ‘qué buena cara tienes, te han sentado bien las vacaciones’, el tratamiento ha sido un éxito, es un resultado satisfactorio. Te ven bien pero no saben exactamente qué te han hecho. Yo huyo de los excesos, de las caras de velocidad, de caras con mucho volumen… Por eso para mí menos es más.
KB.- ¿Ha atendido alguna vez a pacientes que presentan estas caras?
Dra. Ribé.- A veces vienen pacientes que les gusta dar muchas vueltas por el mundo y visitan a muchos profesionales a la vez. No es el perfil de paciente que me gusta. Yo quiero un paciente que valore mi ética y profesionalidad a la hora de trabajar y que confíe en mi. No le voy a proponer ningún tratamiento que no necesite. Pero si hoy vas aquí que te ponen pómulo, vas allí que te inyectan toxina botulínica, vas allá que mañana te rellenan el labio, vas que después … Llega un momento que no sabes lo que te han puesto y se pierde el criterio de una cara fresca, una cara natural. Por tanto, menos es más, hay que hacer los tratamientos con criterio y adaptados a cada paciente. Todas o todos por igual es terrible.
KB.- ¿Es partidaria de eliminar todas las arrugas, eliminar los signos de expresión o, para no producir este efecto de ‘lifting total’ y mantener la ‘naturalidad’, sólo atenuar o dejar alguna arruga?
Dra. Ribé.- Precisamente ha dicho la palabra adecuada que yo utilizo con mis pacientes: atenuar, suavizar lo que son las arrugas, pero no borrar. Primero porque no puedes: cuando una arruga ha aparecido, ahí está; lo que puedo hacer es atenuar o frenar que salgan nuevas. Por eso es importante primero centrarnos en la zona que sea más conflictiva de la cara y, a partir de ahí, establecer un protocolo de mantenimiento para que progresivamente vayamos tocando o tratando los puntos que sean susceptibles de tratamiento cuando se necesite. Pero creo que un signo de expresión siempre tiene que quedar, porque si no son aquellas caras paralizadas, caras de susto, rígidas e inexpresivas que no te transmiten nada. Y los humanos precisamente nos comunicamos transmitiendo si estamos contentos, enfadados, felices o tristes.
“Mi lema es ‘menos es más’, indicar los tratamientos necesarios para el paciente y, sobre todo, que el paciente se reconozca.”
KB.- ¿Que le recomendaría usted a una persona que quiere verse bien?
Dra. Ribé.- Siempre les digo a mis pacientes que verse bien es la mejor inversión que uno hace en si mismo. Mejoras tu autoestima, te encuentras más a gusto contigo mismo, ganas confianza, te puedes relacionar con más seguridad. La imagen es importante, es nuestra primera carta de presentación. Está claro que, si no hay un trasfondo, la imagen no nos sirve de nada, pero sí que es cierto que simplemente con pequeños cuidados, con un peeling para regenerar la piel y que tenga más luz, hidratándola para que esté más jugosa o, a veces, suavizando una línea de expresión o rellenando una arruga que parece que estemos enfadadas sin estarlo, o simplemente rellenando un poquito el labio, que pasa de envejecer a rejuvenecer en un momento. Leves retoques que hacen que se produzca un cambio ligero, pero un cambio para bien. Y no hace falta ni baja social ni laboral: son tratamientos que te permiten llevar tu vida con total normalidad e incorporarte rápidamente a tu vida familiar, social y laboral. Y a mí, como me gusta realizar estos tratamientos de forma gradual y progresiva, resulta que tu entorno te va viendo bien pero no acaban de concretar lo que te han hecho porque el cambio no es evidente de hoy para mañana. Y esto también es lo difícil y el secreto de que te vean bien pero sin saber exactamente porqué.
Etiquetas: cosmetica profesional, medicina antienvejemiento, medicina cosmetica
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