Bienvenido Otoño sobre la piel

El Otoño es una de las estaciones del año más bonitas, en mi opinión. El paisaje natural cobra estos tonos ocre y dorados y el ambiente huele a musgo y frescor.

En otoño, por el contrario, los días son más cortos, con menos horas de luz, disminuye la temperatura y en consecuencia la piel sufre estos cambios, igual que el organismo interno, debido a la necesidad de consumir más energía.

Este fenómeno provoca el descenso de la capacidad de defensa frente a virus y bacterias.

Además el cambio de estación influye en el estado anímico dando el síndrome afectivo estacional o depresión otoñal.

Que repercusión tiene sobre la piel la llegada del Otoño?

La piel, igual que nuestro estado de ánimo sufre un descenso de actividad, en este caso, a nivel celular:

Una de las más frecuentes consecuencias es que la piel no es capaz de producir melanina, lo que provoca la aparición de manchas oscuras.

La deshidratación es otro de los síntomas más frecuentes del cambio de estación; los resfriados, los cambios de temperatura y la disminución de la actividad celular provoca un desequilibrio en la capa más superficial de la piel, (film hidrolipídico) provocando micro-grietas que facilitan la pérdida insensible de agua.

El aspecto de fatiga es frecuente en Otoño a causa del cambio horario. La piel, así como el organismo, necesita aclimatarse al nuevo horario, pero mientras, el rostro aparece con claros signos de cansancio: arrugas más pronunciadas, tono de piel desvitalizado, expresión ligeramente más triste, especialmente en el contorno de los ojos, marcando bolsas y ojeras.

Y no olvidemos las pieles mixtas-grasas. Estas también sufren las consecuencias ambientales del Otoño. La bajada de defensas vuelve más vulnerables estas pieles que ya son sensibles por su desequilibrio sebáceo, provocando la aparición de acné, brillos antiestéticos y aspecto poco saludable.

En realidad el Otoño no deja de ser la premonición del fin natural de un ciclo de vida, que nos lleva inevitablemente al período del frío invernal.